domingo, 30 de septiembre de 2012

Por pegada y por Vicente Guaita


-Información vía AS

 Vicente Guaita comenzó y terminó siendo el hombre de la tarde. Él y el colegiado Pérez Montero, quien se equivocó mucho y enfadó a todos. La titularidad bajo palos de Guaita era a la hora de café la comidilla en los aledaños de Mestalla y su actuación la justificó. Ganó el Valencia porque le puso la misma intensidad que el Real Zaragoza y, sobre todo, porque Feghouli y Viera tuvieron la definición que les faltó a los de Manolo Jiménez. Y la culpa de ello la tuvo en parte Guaita, quien transmitió de principio a fin seguridad a los suyos
Los dos goles del Valencia llegaron tras sendos rebotes. Uno en cada parte. Dicho así pudiera parecer que los de Pellegrino vencieron de casualidad, con fortuna. No fue así. La victoria la sudaron. La pelearon. La buscaron. Fue un equipo solidario, regular. Posiblemente fuera en eso en lo que más cambió el Valencia con respecto al de anteriores fechas. Sobre todo porque enfrente se encontró con un Real Zaragoza que en verdad hizo méritos como para no perder, que se dejó como su rival todo en el campo, pero al que le faltó ese punto de calidad (llámese también definición) que acaba colocando a cada equipo en su sitio.Sólo durante 20 minutos el partido fue de claro dominio local. Los 70 restantes, toma y daca. Ahora defiendo, ahora ataco. Pérez Montero también contribuyó a que fuera así. Primero por no señalar un claro penalti de Paredes a Joao Pereira (el mejor blanquinegro más allá de Guaita hasta que por precaución fue sustituido). De transformarlo en gol hubiera sido el 2-0 y coincidía en el tiempo con esos minutos en los que más centrado estaba el Valencia y más fuera de sí el Real Zaragoza. Y después, ya en la segunda mitad y cuando el gol de Viera parecía dar comienzo a la siesta (el canario va a más y ayer se estrenó como goleador con el Valencia), Pérez Montero no tuvo mano izquierda a la hora de expulsar a Feghouli. Nadie pone en duda que el franco-argelino pegó una patada a Paredes. Sí, pero su intención fue otra, la de golpear el balón. No vio al zaragocista. El Valencia recurrirá la tarjeta amarilla.El colegiado también dio motivos a los aragoneses para que hablaran de él. Y tampoco para bien, claro está. Reclamaron penalti por unas posibles manos de Víctor Ruiz y hasta en dos ocasiones dio la sensación de que perdonaba la segunda amarilla a Tino Costa precisamente por haber expulsado previamente a Feghouli.Con uno menos fue cuando el Valencia más agradeció el regreso de Fernando Gago. Su cordura, su criterio. El argentino siempre se ofrecía para oxigenar en la salida y su movilidad también permitió a Tino Costa hacer algo más en la construcción, como un pase entre líneas con el que Jonas pudo poner la puntilla, aunque su disparo en el mano a mano con Roberto lo repelió el palo.

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